La NSA se abre al público para luchar contra las ciberamenazas.

ORLANDO, EEUU (Reuters) – Anthony Stramella, oficial del Centro de Amenazas de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, está más preocupado que la mayoría por cómo la información de ordenadores, teléfonos y otros dispositivos puede ser manipulada o acabar en las manos equivocadas.

Así que cuando se compró un ordenador que sólo utiliza para enviar correos electrónicos en casa y vio que tenía cámara web, rápidamente la tapó con cinta de carrocero. Y utiliza un teléfono móvil de 15 dólares (11 euros) que sólo puede hacer una cosa: llamadas telefónicas.

Esto llevó a sus hijas, que tienen dispositivos móviles con múltiples aplicaciones, a meterse con él diciendo que es un “hombre de las cavernas”. Pero Stramella dice que el normal: “Puedo vivir en este mundo, mis hijas no”.

En un ejemplo de cuánto ha cambiado también el mundo de Stramella, el oficial de la NSA (por sus siglas en inglés), que asegura que su padre trabajó para la agencia y nunca le dijo cuál era su trabajo, habló abiertamente en una conferencia sobre ciberseguridad patrocinada por la NSA en Florida, a la que acudieron cerca de 600 personas pertenecientes a empresas de tecnología, el gobierno y los medios.

“No he visto que las ciberamenazas desciendan, he visto que se incrementaban no sólo en número sino también en sofisticación”, dijo Stramella. “La amenaza es enorme, es real y está creciendo”.

La NSA, que protege de ciberataques las redes del gobierno y lleva a cabo escuchas electrónicas para impedir las amenazas a la seguridad nacional, tiene un historial operativo como miembro invisible de la comunidad de inteligencia de EEUU.

Una vieja broma dice que NSA viene de No Such Agency (No hay tal agencia) o Never Say Anything (Nunca dicen nada), y durante años ni siquiera había un letrero que indicase su localización. Los empleados normalmente decían a los amigos y vecinos que trabajaban para “el Departamento de Defensa”.

Pero eso era antes de que el mundo se orientase a la tecnología. La NSA, que en años anteriores desarrolló sus necesidades informáticas casi exclusivamente en casa, encuentra que ahora tiene más sentido la comunicación, compartir sus conocimientos con el sector privado para que pueda mejorar y desarrollar aplicaciones que ayuden a la seguridad tanto para el gobierno como para los ciudadanos.

“Hay un cambio consciente y estratégico. Hay gente a la que no le gusta, incluso personas que trabajan para nosotros”, dijo en una entrevista Tony Sager, jefe de operaciones de la Dirección de Seguridad de la Información de la NSA.

Sager, que lleva casi 34 años trabajando para la NSA, dijo que anima a que se llegue más allá del gobierno. “Somos unos ‘frikis’ de las tecnologías de la información. Puedes conocer a toda esta gente brillante, estar a la vanguardia de la tecnología, sentir que haces algo para mejorarlo. Es un lugar muy emocionante en el que estar para el gobierno”.

Por Tabassum Zakaria, fuente Qué.es.

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