No sirve de nada que publiques declaraciones legales en tu muro de Facebook

  • La red social se inunda de forma cíclica de publicaciones con las que los usuarios creen salvaguardar sus derechos sobre sus contenidos. Son bulos que carecen de fuerza legal.

 “En respuesta a las nuevas directrices de Facebook, por la presente declaro que mis derechos…”. Toparse con una publicación con este arranque, o su versión en inglés, es moneda corriente en estos días.

Muchos usuarios de la red social tienden a publicar este tipo de notificaciones de forma preventiva; lo han visto en el muro de alguien de quien se fían y prefieren hacerlo, “por si acaso”.

Sin embargo, lo cierto es que no sirven para nada: la única relación legal que se mantiene con Facebook es la que se firma virtualmente al aceptar sus condiciones de uso y el escaso margen de maniobra que nos da la configuración de privacidad.

La última nota, que se ha diseminado por la red como el mejor vídeo viral de gatitos, contiene llamativos errores en sus supuestas referencias legales.

Alude a una supuesta Convención Berner, pero basta una búsqueda en internet para descubrir que no existe tal convención, sino el Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas. Y todo porque la versión en inglés de este bulo ya contiene la errata: alude a “Berner Convention” en lugar de “Berne Convention”.

Diversas webs dedicadas a desenmascarar bulos y leyendas urbanas (como Snopes y Hoax-Slayer) ya han tumbado sin mucha dificultad este camelo, pero no parece fácil convencer a los usuarios de que este tipo de gestos no sirven para nada.

Tanto es así que Facebook se vio en la necesidad de publicar ayer mismo una nota negando la validez del rumor: “Circula un rumor que dice que Facebook estaría haciendo un cambio en relación a la propiedad de la información de los usuarios o de los contenidos que publican. Es falso. Todo el que utiliza Facebook posee y controla el contenido y la información que publica, como establecen los términos de uso. Los usuarios controlan la forma en que se comparten los contenidos. Esa es nuestra política, y siempre lo ha sido.”

La política de privacidad de Facebook es confusa y la compañía ha realizado varios cambios en algunos de sus términos que no terminan de ayudar a los usuarios a sentirse tranquilos.

El penúltimo rumor sobre la exposición pública de mensajes privados antiguos sólo fue la demostración de que esos miedos están a flor de piel; sin embargo, muchos internautas no toman conciencia real de las condiciones legales reales y prefieren recurrir a remedios inútiles, en una suerte de homeopatía tecnológica.

Por desgracia, tomar el control de la identidad online en Facebook no es tan simple como publicar una declaración en su muro; por algo el internauta acepta unos términos legales que la red no esconde: “Para el contenido protegido por derechos de propiedad intelectual, como fotografías y vídeos, nos concedes (…) una licencia no exclusiva, transferible, con derechos de sublicencia, libre de derechos de autor, aplicable globalmente, para utilizar cualquier contenido que publiques en Facebook o en conexión con Facebook. Esta licencia  finaliza cuando eliminas tu contenido o tu cuenta, salvo si el contenido se ha compartido con terceros y éstos no lo han eliminado.”

El abogado Javier Maestre, especialista en legalidad en la red, lo resume con sencillez: “Un mensaje como ese en el muro no tiene ningún efecto porque antes has aceptado las condiciones; es como si te apuntas a un club, no puedes escribir después un papel cambiando las normas”.

Desde su perspectiva, si se trata de un servicio a consumidores, bastaría con que cumpla la normativa europea o española, pero “tiene que haber un margen para la libertad de contratación”.

Dependientes de la legislación irlandesa

En cualquier caso, para aquellos usuarios que sientan alguna inquietud por el tipo de contenido que la empresa tiene sobre ellos, tienen la posibilidad -tras trastear un rato en un portal de Ayuda- de descargarse todos los datos que la compañía tiene de uno.

Los internautas que no sean usuarios de Facebook, y que aun así son rastreados por la compañía, también pueden reclamar que se elimine toda la información que se tenga sobre ellos.

Y en caso de problemas con Facebook en España, es la legislación irlandesa la que correspondería al caso, dado que la responsable es la compañía Facebook Ireland Limited, como recoge la Agencia de Protección de Datos en su casuística (PDF).

Para varios analistas, el bulo podría haber surgido esta vez a raíz del último cambio propuesto por la compañía en los documentos de gobierno, que no permitirán seguir votando a los usuarios.

Originalmente, Facebook invitaba a los usuarios a votar sobre estos cambios, pero se trata de una situación muy compleja para los más de 1.000 millones de votantes que tiene en su red.

Cuando el equipo de Mark Zuckerberg propuso similares cambios de política en junio, permitiendo votar a los usuarios, únicamente lo hizo el 0.038% de la población del sitio. Facebook demandaba un 30% de participación u optaría por tomar una decisión por su cuenta: casi 300.000 votos no tienen carácter vinculante.

Fuente: rtvcyl

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