«Smartphones» y aplicaciones: tu seguro médico

Eric Topol, cardiólogo e investigador norteamericano, pionero en su campo, utiliza un catálogo de «apps» para ayudar y diagnosticar problemas a sus pacientes

El mercado de las aplicaciones sigue expandiéndose y ampliándose. La tecnología se mueve actualmente a través de ellas y casi cualquier función que uno piensa está recogida en alguno de estos servicios para dispositivos móviles. Y, por supuesto, aspectos relacionados con el ámbito sanitario no podían faltar. Los médicos han incorporado en sus tareas diarias este tipo de tecnología.

Ejemplo de ello es el del doctor Eric Topol, cardiólogo de profesión e investigador norteamericano, quien utiliza un catálogo de «apps» para ayudar y diagnosticar problemas a sus pacientes. El doctor se ha erigido como una importante figura en el área de la medicina inalámbrica y considera, según informa la cadena de televisión NBC, que el futuro de la salud está «en nuestros teléfonos inteligentes y otros dispositivos electrónicos portátiles».

Su estrategia médica consiste en recomendar un dispositivo electrónico capaz de controlar desde casa la evolución del paciente. De esta manera, los problemas derivados del traslado del enfermo a la consulta se soluciona rápidamente con tecnología inalámbrica, con la que se puede efectuar un diagnóstico en tiempo real. Este especialista, pionero es este campo, lleva desde hace varios años divulgando las ventajas de estos servicios. En una conferencia en la edición del TED en 2009 dejó asombrados a todos cuando presentó algunos de los aparatos inalámbricos más importantes en el futuro de la medicina.

Mayor eficiencia y control

El médico mostró un cardiograma instalado en su teléfono inteligente durante una entrevista en el programa «Horizon» de la cadena BBC así como las bondades y virtudes del llamado «mHealth» -prestación de servicios sanitarios o de información relativa a la salud a través de dispositivos móviles-.

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Para realizar su trabajo de manera más «moderna» y «eficiente», utiliza, entre otras cosas, sensores de micro agujas para medir constantemente los niveles de azúcar en la sangre o aplicaciones que registran el asma. «Nunca vi a un médico que revisara los posibles signos de infarto con poco menos que su teléfono», aseguraba. A su juicio, estos dispositivos podrían llevar a un mejor y más barato cuidado de la salud desde cualquier lugar.

Cuando una de estas señales de advertencia se capta por el sensor, el «smartphone» recibe una alerta indicando que puede generar problemas en un área determinada del cuerpo, lo que podría evitar incidentes como un ataque al corazón. Entre las razones de este crecimiento se encuentra el impulso y furor que los «smartphones» y las tabletas están causando entre los ciudadanos.

En las principales tiendas «online» (Google Play y App Store) se pueden encontrar numerosos servicios que pueden ayudar a prevenir enfermedades y llevar unos mejores y más eficientes cuidados, tales como «apps» que miden y alertan acerca de la importancia en el consumo de agua, servicios para llevar el control del periodo, medidores de frecuencia cardíaca, pulsómetros como los que incorporará el nuevo Samsung Galaxy S5, gestores de presión arterial, consultores de problemas provocados por la migraña.

Un mercado en expansión

Y esta tendencia irá a más en opinión de los expertos. La consultora PwC estima que en 2016 habrá unos 1,4 móviles por persona en el mundo y que el mercado de la «mHealth» pueda alcanzar en 2017 en todo el mundo los 23.000 millones de dólares (este año 2013 generará 4.500 millones de dólares en todo el mundo).Según datos del Ministerio de Sanidad, generará en 2015 en España un volumen de negocio de 4.000 millones de euros, frente a los casi 800 millones que proporciona actualmente.

Francisco Javier Perdices, director general de Ártica Medicina aseguraba el pasado año que la sanidad electrónica es uno de los aspectos que revolucionará la medicina: «El de eHealth y en particular el de mHealth son ámbitos que necesariamente van a crecer porque la sociedad va a demandar este cambio. Más del 65% de la población tiene teléfono móvil en España y más del 50% smartphone. La brecha digital que existía con la tecnología cada vez está más superada en España. Aunque los mayores de 80 años siguen utilizando poco la tecnología, el grupo de entre 60 y 80 años ya usa en gran parte los smartphones y las tabletas y lo hará aún más. Así que los propios pacientes serán los motores de este cambio».

Auge de dispositivos de salud

Por esta razón, y en aras de adaptarse a los nuevos tiempos, fabricantes como Samsung, LG o Sony han lanzado sendos productos tecnológicos que entran en el área de los dispositivos ultraportátiles («wearables») y que permiten monitorizar toda actividad humana, aunque la adopción de estos aparatos en el mercado es muy escasa actualmente. Incluso la última firma en anunciar su intención de lanzarse de pleno a esta piscina que comienza a llenarse es Nintendo, asegurando que la próxima consola que construyan se centrará en la salud.

Fuente: ABC

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