Llegan los drones ‘desobedientes’: no volarán sobre zonas restringidas

El mayor fabricante mundial de drones, DJI, ha anunciado una función en sus aparatos que les impedirá volar sobre aeropuertos o plantas nucleares. La idea es una victoria de los reguladores

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El mayor fabricante mundial de drones para consumidores, DJI, ha presentado una nueva función tan útil como polémica. Se trata de un ‘software’ que impide al dron sobrevolar zonas restringindas, como aeropuertos, prisiones o plantas nucleares. Por mucho que el dueño intente volarlo sobre ellas, el aparato no lo hará. La función, que DJI lleva probando desde hace tiempo, vendrá ahora activada por defecto. El usuario podrá desactivarla, pero hay letra pequeña.

Para desactivar esta función los dueños del aparato tendrán que facilitar hasta su último dato personal (número de teléfono y tarjeta de crédito o débito incluidos) al fabricante de los drones. Es decir, en última instancia a los gobiernos, que pedirían estos datos a los fabricantes en caso de infracción. ¿Avance tecnológico o (nuevo) golpe a la privacidad?

El ‘software’ utiliza datos de satélite e información local enviada en tiempo real para comunicar al dron si está entrando en una zona restringida

La función presentada recibe el nombre de “geofencing” y DJI la lleva utilizando desde hace tiempo en algunos países como China. Ahora el fabricante, con sede precisamente en Shenzhen (China), ha explicado que la aplicará en EEUU y Europa a partir del mes que viene, y a nivel mundial en 2016. Se trata en parte de un movimiento para responder sobre todo a las presiones de EEUU y su regulador aéreo, la FFA, que apuestan por una regulación más estricta de los drones.

¿Cómo funciona esta tecnología?

La función utiliza datos de satélite e información local geolocalizada enviada en tiempo real para comunicar al dron si está entrando sobre una zona restringida. Con esa información DJI crea listas de zonas “prohibidas” en cada país. La compañía ha asegurado además que pedirá a los gobiernos de todos los países en los que opera que les ayuden a completar y actualizar estas listas.

Es difícil no ver la decisión de DJI, fabricante de los populares drones Phantom, como una concesión a las peticiones de los reguladores, que quieren controlar lo máximo posible la utilización de estos aparatos por parte de los usuarios. En España la legislación sobre drones está aún en un limbo a falta de desarrollarla de forma completa y definitiva.

La norma española impide volar estos aparatos sobre poblaciones urbanas o tomar imágenes de la gente sin el permiso explícito de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), pero deja en el aire muchas excepciones y casos de uso que aún están por aclarar. Sin duda la nueva tecnología de DJI será aplaudidad por los reguladores. Veremos qué piensan los usuarios.

Fuente: El Confidencial

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