Factores que influyen en el éxito de la nube en Estados Unidos y Europa

Siempre han existido diferencias entre Europa y los Estados Unidos –la gente habla diferente, no se ponen de acuerdo en la definición de fútbol y cada uno tiene un sentido del humor distinto. Pero cuando pensamos acerca de las muchas diferencias entre las dos regiones, el modelo cloud no surge de forma inmediata. Esta tecnología ha parecido siempre universal, acentuando su alcance global como uno de sus beneficios clave. Sin embargo, estadísticas recientes han identificado claras diferencias entre EE.UU. y Europa en el ritmo de adopción de la nube.

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Según los analistas de IDC, los servicios de la nube pública alcanzaron 28.ooo millones de dólares en 2011. De esta cifra, el 62% procede de Norteamérica, mientras que Europa no llega al 25% del total. Esta importante diferencia nos obliga a preguntarnos ¿por qué Norteamérica ha avanzado tanto?, y además, ¿qué es lo que impide un crecimiento similar en Europa? Aparentemente las condiciones en EE.UU. son bastante diferentes a las de Europa, y existe un número de factores que impactan en el crecimiento, o en la falta del mismo, del modelo cloud en cada mercado.

El estímulo para el crecimiento del ‘cloud computing’ en EE.UU.

El modelo cloud en los EE.UU. ha crecido de forma constante desde sus inicios, debido principalmente a beneficios como la escalabilidad, la flexibilidad y la relación coste-eficacia. Con este crecimiento, los proveedores de servicios americanos han lanzado al mercado una variedad de entornos cloud adaptables, abriendo las posibilidades a empresass de cualquier tamaño, configuración y enfoque para albergar datos o servicios en la nube. Como resultado, los directivos de TI en Estados Unidos están dedicados a migrar datos a entornos cloud, lo que ha llevado a una tasa de crecimiento promedio del 24% en las ventas de cloud desde el año 2010, y a ratios de adopción del modelo que están creciendo a un ritmo 4 veces más rápido que el gasto en tecnología en general.

Al mismo tiempo, las empresas de capital riesgo se apresuran a financiar la siguiente gran solución cloud. En febrero de 2012, la firma de inversiones Kleiner Perkins Caulfield & Byers había invertido ya 120 millones de dólares durante el año anterior en 11 empresas de nueva creación dedicadas al cloud, y anunciaba que pretendía invertir otros 100 millones de dólares durante 2012. Las nuevas empresas americanas dedicadas al cloud han recibido también numerosas inversiones, que van desde un par de millones hasta más de 100 millones de dólares en fondos de capital riesgo, creando una floreciente economía del cloud con márgenes atractivos para proveedores y una mentalidad de “súbete al tren” entre los proveedores de servicios.

Aprovechando estas inversiones, el Gobierno de los EE.UU. ha gastado 724 millones de dólares en el modelo cloud sólo en 2012. Esta cifra crecerá seguramente, tras el reciente lanzamiento por parte de la Casa Blanca de una iniciativa para transformar su habilidad en el uso de big data para descubrimientos científicos, investigación biomédica y de medio ambiente, educación y seguridad nacional. Similar a inversiones federales anteriores en tecnologías tales como internet, esta iniciativa apunta a expandir el número de tecnologías a través del patrocinio federal, incluyendo infraestructura cloud pública. Como parte de este emprendimiento, los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) migrarán a la cloud pública el mayor conjunto mundial de datos sobre variación genética humana. Estos datos equivalen a 200 terabytes (aproximadamente 16 millones de archivadores llenos de textos o más de 30.000 DVD estándar), un tamaño demasiado grande para que muchos investigadores puedan hacer uso de él. Con esta migración a la cloud pública, el NIH hará posible a los investigadores en todo el mundo beneficiarse de esta información, demostrando el poder del cloud y estableciendo un gran ejemplo para otros investigadores en los EE.UU. interesados en utilizar el modelo en la nube.

Mientras que la combinación de todas estas inversiones alimenta el crecimiento continuo del modelo cloud en EE.UU, no se conoce en Europa una financiación similar a estos niveles. ¿Cuál es la diferencia en el mercado europeo que frena a las empresas y a las firmas de capital riesgo a apoyar el modelo cloud?

Crecimiento rezagado del cloud en Europa

Antes de examinar las inversiones y el apoyo del cloud computing en Europa, habrá que tener primero en cuenta que no se puede ver a Europa como una entidad única. Es cierto que el mercado europeo opera a menudo como una unidad, pero todas las decisiones principales y la legislación deben ser ratificadas en cada país. Sin embargo, se perciben actualmente algunas diferencias entre países.

Teniendo en cuenta este hecho, si miramos en forma genérica la adopción en Europa del cloud computing, una de las principales razones que mantienen a los países europeos por detrás de EE.UU en la adopción de la nube es el laberinto de reglamentos y estándares que rodean la privacidad y el intercambio de datos. Estas regulaciones son inconsistentes y a menudo restrictivas, y han retrasado el crecimiento del cloud en la región. De hecho, el Gobierno europeo ha comenzado hace muy poco tiempo a establecer las líneas maestras apropiadas para hacer que el cloud computing sea exitoso en los mercados europeos (un comienzo tardío, pero un paso en la dirección correcta).

La ley estadounidense denominada U.S. Patriot Act, que reduce las restricciones asociadas con la recolección de inteligencia por parte del Gobierno estadounidense, ha creado especial preocupación en Europa en lo que se refiere a control de datos. En el caso de información alojada en los EE.UU. o en proveedores de hosting americanos, es imposible garantizar que dichos datos no serán compartidos. Esto ha generado dudas entre organizaciones europeas cuando se plantean poner sus datos en la nube, ya que es a menudo imposible para los proveedores cloud garantizar que sus datos estarán fuera de los EE.UU, y muchos no son transparentes acerca de dónde está realmente alojada la información. Esta duda entre las empresas europeas no es infundada, ya que la Patriot Act puede ser usada por el Gobierno americano para recoger datos confidenciales o personales; pero a medida que los servicios cloud evolucionan, hay maneras de asegurar que la información continuará siendo confidencial más allá de circunstancias de fuerza mayor.

Mientras tanto, varios países en Europa han implantado políticas conflictivas en lo que tiene que ver con seguridad de datos. Por ejemplo, España, Francia y Alemania son notoriamente severos acerca de la información procesada en la nube, requiriendo al proveedor de servicios cloud que sepa dónde está alojada la información en cualquier momento. Mientras que Gran Bretaña y los países escandinavos tienden a ser más permisivos, todos los gobiernos nacionales europeos deben cumplir con el requisito legal de procesar todos los datos personales dentro de sus propias fronteras. Estas políticas crean condiciones dificultosas para que se desarrolle la tecnología cloud, especialmente porque gran parte de los negocios europeos se desarrollan a través de fronteras internacionales. Como resultado, los proveedores de servicios han dudado en introducir servicios y ofertas cloud en Europa, a pesar del interés local en soluciones de nube privada que se puedan alojar en sus instalaciones.

Recientemente, Europa ha comenzado a dar pasos para revertir esta tendencia contra el cloud y estableció directrices para implementar de forma segura el cloud computing. Sin embargo, debido a su comienzo tardío, la consultora Gartner estima que a Europa le insumirá dos años ponerse al día con la oferta y el uso actual de cloud computing en Estados Unidos. En un esfuerzo para acelerar la adopción de la nube, la Comisión Europea lanzó una propuesta en septiembre de 2012 para establecer un conjunto de reglas comunes para una estructura de mercado cohesiva en Europa. Un objetivo clave en este plan es establecer una oferta de nube pública en Europa, la cual, de acuerdo a la UE, impulsaría el PIB colectivo europeo en aproximadamente 600 billones de euros entre 2015 y 2020.

Europa y los EE.UU. tendrán siempre diferencias culturales, legales y de práctica comercial, más claras aún por la manera en que ambas regiones han adoptado el modelo cloud. La nube ha demostrado sus beneficios en ingresos, rendimiento y accesibilidad. Con el apoyo gubernamental adecuado, Europa tiene el potencial para ver prosperar lentamente el modelo en la nube, atrayendo a muchas de las inversiones que han propulsado a las nuevas empresas en Estados Unidos. Ya existe un interés creciente en el mercado europeo, que seguramente continuará en los próximos años, a medida que los inversores centran su foco hacia el este. Después de todo, le llevó menos de una década a EE.UU. ubicar a la nube donde se encuentra ahora; Europa está solo unos pasos detrás.

Fuente: TicBeat

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