Comprender el valor de las TIC

En mi humilde aportación, me gustaría echar una mirada al pasado, sustentada en investigaciones y trabajos realizados como profesor colaborador en la Universidad, para comprender dónde estamos y hacia dónde debemos caminar en el uso de las TIC. Muchos de los conceptos leídos nos ayudan a comprender mucho mejor el presente, lo veréis en las siguientes líneas.

En muchas ocasiones, especialmente en los últimos años tras el advenimiento de la moda de los “Community Managers” o los “Social Media”, leemos opiniones, informaciones y posts que argumentan sin fundamento el impacto de web 2.0 en la empresa. Opiniones principalmente provenientes del mundo del Marketing y la Comunicación (del que yo también provengo), pero que no se han detenido un instante a analizar la evolución de las TIC y su impacto en la Sociedad de la Información y el Conocimiento. En ella las actividades culturales y económicas se caracterizan por la creación, distribución y manipulación de la información, forman parte de las actividades culturales y económicas.

Desarrollando el concepto Sociedad de la InformaciónCaptura-de-pantalla-2013-06-01-a-las-20.57.50-590x260

Entre los pioneros en desarrollar el concepto de Sociedad de la Información encontramos al economista Fritz Machlup. La frase fue empleada por primera vez en su libro “La producción y distribución del Conocimiento en EEUU” (1962), en el que señala que el número de empleos que se basan en la manipulación o el manejo de información es mayor que los relacionados con algún tipo de esfuerzo físico. Sin embargo, la concepción actual nace de la obra del sociólogo japonés Yoneji Masuda, que publicó en 1981 el libro “La Sociedad Informatizada como Sociedad Post-Industrial”.

Otro de los hitos en la evolución hacia una conceptualización del término tuvo lugar a principios de los 90, tras el Consenso de Washington en el que nacen acciones como:

  • La privatización de las industrias de las telecomunicaciones.
  • La desregulación del mercado de las telecomunicaciones.
  • La búsqueda del acceso global a las TIC.

En la Cumbre de la Sociedad de la Información celebrada en Ginebra en el año 2003 se establecen una serie de puntos y acuerdos en común:

  • La Sociedad de la Información debe estar centrada en la persona, integradora y orientada al desarrollo
  • En la que todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan emplear sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida.
  • Sobre la base de los principios y los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.

Un cambio en el panorama comercial

Sin duda el verdadero valor de las TIC pasa por el uso que las personas hacen de la tecnología para difundir, transmitir y, sobre todo, compartir el conocimiento. Esta Sociedad Red, como la califica Manuel Castells, y el fenómeno de la autocomunicación de masas es la que tiene el poder de definir las reglas del juego del futuro de las TIC en España.

En ese futuro de las TIC, juegan un papel fundamental el cambio al que deben hacer frente las consideradas grandes industrias convencionales como la discográfica, los medios de comunicación de masas o las grandes editoriales. Éstas industrias deben afrontar la transformación que se está produciendo en sus sectores y en vez de enfrentarse a los nuevos modelos deben apostar por generar un nuevo modelo de negocio para relacionarse con los usuarios donde ya no existen los monopolios de los grandes grupos, sino que está al alcance de los usuarios gracias al cambio en la facilidad del acceso hacia las tecnologías de la información y la comunicación. En este sentido, la innovación en el uso de las TIC puede ayudar a los grandes sectores del entretenimiento y la cultura a cambiar el comportamiento de las personas y hacer frente, limpiamente, a asuntos como la piratería, el fraude en la distribución de contenidos a través de Internet, etc.

Por su parte, el tejido empresarial español, desde las PYMES a las grandes corporaciones, deberían apostar por los cuatro principios de la Wikinomía: La apertura, la interacción entre iguales que permite revisar continuamente el trabajo, el uso compartido y la actuación global. No sólo por la influencia que están teniendo las redes sociales en cuanto al uso de Internet, sino por adoptar los principios básicos de la misma, que no han nacido en la “web 2.0” (tan manida) sino que son inherentes a la naturaleza de Internet.

Asimilar las TIC en la empresa

La gestión del conocimiento por parte de las empresas no se está beneficiando del uso de las TIC. Un uso que comporta una serie de factores que logran que una empresa pueda competir con éxito en un mercado cada día más globalizado y en el que las TIC, especialmente Internet, juegan un papel fundamental a la hora de innovar, desarrollar nuevos productos o servicios y mejorar la eficiencia en la gestión de los recursos, la calidad de un servicio o la toma de decisiones.

El impulso de la web 2.0 es vital en la evolución de las TIC. Una nueva forma de hacer negocio y crear empresas que no pasa por el simple uso de estas herramientas, sino también por los cambios más profundos relacionados con la identidad de las personas y las relaciones entre ellas.

El uso intensivo, innovador y masivo de las TIC debe producir el ansiado incremento de la competencia de las empresas españolas en un mercado internacional y globalizado (especialmente de aquéllas empresas de base tecnológica). Al mismo tiempo, debe ser un arma fundamente en las mejoras de la productividad y la competitividad, tanto de la empresa como de sus trabajadores (sin embargo muchas veces las grandes empresas nacionales quieren competir sin proveer de tecnología, o libertad en el uso de la misma, a los empleados en su puesto laboral)

Está claro que los usuarios cada vez hacen un mayor uso de las TIC, especialmente de Internet, pero son las empresas y la Administración las que juegan un papel imprescindible en este juego en el que los usuarios cada día tienen un mayor peso a la hora de decidir sus reglas. El futuro pasa por una gestión eficiente del mayor de los recursos: las personas y su conocimiento (libre, abierto, distribuido y compartido); sin olvidar nunca que la tecnología no marca la diferencia, sí el uso que se hace de la misma.

Fuente: TicBeat

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