«Muchos e importantes fugitivos han sido detenidos gracias a Twitter»

El máximo responsable de la Policía Nacional en las redes sociales nos explica cómo ha logrado que el Cuerpo se haya convertido en un referente mundial en internet

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Es el alma de la Policía en Twitter. El responsable de que ese lenguaje, a priori tan poco ortodoxo para un cuerpo de seguridad, haya conectado a la perfección con millones de usuarios en todo el mundo hasta el punto de haber convertido al Cuerpo en todo un referente al que no pocos tratan de imitar, pues hace ya tiempo que la Policía Nacional es líder indiscutible de seguidores en Twitter superando —de lejos— al mismo FBI.

No es otro que Carlos Fernández Guerra, «tuitero» convencido desde que naciera la famosa herramienta y que, aunque llegó a la Policía para una colaboración aislada, ha sabido ‘echar raíces’ y dotar al organismo de ese «toque» tan característico que pocos se atreven a imitar. La capacidad de la @Policía para atraer seguidores durante los últimos años ha sido de tal magnitud que Twitter es ya una de las grandes herramientas del Cuerpo a la hora de detener a todo tipo de delincuentes. Los éxitos se cuentan por miles.

— Siempre te has dedicado a la comunicación pero.. ¿cómo ‘aterrizaste’ en la Policía?

Me había dedicado durante mucho tiempo a la comunicación corporativa hasta que, hace nueve años, llegué a la Policía para llevar una campaña sobre el DNI electrónico, pero terminé quedándome aquí. Siempre he sido usuario de redes sociales y, de hecho, fui de los primeros que comenzó a utilizar Twitter, una herramienta que siempre supe que tenía un potencial enorme a la hora de comunicar y relacionarse con otros medios de comunicación. De hecho, fue para eso para lo que la Policía utilizaba Twitter al principio, para enviar información a otros periodistas, aunque no tardamos en darnos cuenta de que debíamos darle otro uso.

— ¿Cómo logró cambiar el ‘chip’ y transformar el perfil de la Policía en la cuenta de seguridad con más seguidores del mundo?

Lo hicimos muy poco a poco. Al principio solo tuiteábamos noticias de un modo muy rudimentario, pero cuando la cuenta superó los 3.000 seguidores me percaté de que muchos de nuestros usuarios no eran periodistas, como yo pensaba, por lo que era necesario cambiar el enfoque. Así fue como empezamos a darle forma a lo que hoy es nuestra cuenta y a hablar de temas ciudadanos, proporcionar información de servicio, alertar de posibles fraudes… Esa era, sin duda, la utilidad real de Twitter y el camino que debíamos seguir.

— ¿Y sus superiores se fiaron de su criterio?

La verdad es que sí. Ignacio Cosidó es un magnífico «tuitero» y por aquel entonces tenía una actividad muy intensa en las redes sociales. Nos pidió que reforzáramos nuestro perfil, que tuviéramos mucha actividad y le diéramos resultados. Creo que, al final, hemos respondido a su petición, aunque para ello ha habido que cambiar el lenguaje, subir el tono y sorprender a la gente.

— Entonces tuvo carta blanca, libertad para hacer lo que le viniera en gana…

No, nunca tuve libertad, pero sí toda la confianza de mis superiores para hacer mi trabajo como pensaba que debía de hacerlo.

— Hablando del lenguaje… ¿ha sido el cambio de tono la principal causa del éxito de la @Policía?

Sin duda. Nos hemos convertido en la cuenta de Twitter de cuerpos de seguridad con mayor número de seguidores del mundo y eso se debe, sobre todo, a nuestra decisión de orientarnos hacia el ciudadano, sus necesidades… y a arriesgarnos. ¡Al final ha dado resultado!

— ¿Cómo es su equipo? ¿Quién está tras el perfil de Twitter de la Policía?

Son todos agentes que se han licenciado en distintas carreras universitarias: Humanidades, Derecho, Psicología… se trata de personas muy preparadas y que tienen experiencia en el ámbito de la comunicación. No obstante, no todos tuitean…cuantas menos manos cojan las redes, mejor. Es la única forma de que haya coherencia y coordinación.

— Las «tuitredadas» de la Policía se han convertido en un éxito. ¿A cuanta gente se ha conseguido detener gracias a la iniciativa?

Solo en delitos contra el narcotráfico ya hemos detenido a 420 personas gracias a Twitter. Además, han caído muchos fugitivos, algunos de ellos muy conocidos, gracias a las estratosféricas cifras de colaboración ciudadana. Hace escasas semanas, un criminal asesinó a su mujer en Almería y huyó rumbo a Valencia. Decidimos dar una alerta en Twitter que tuvo más de seis millones de impactos potenciales. A las horas, el asesino apareció. También en el mes de enero localizamos a otros tres fugitivos gracias a nuestro perfil… la colaboración ciudadana es, definitivamente, impresionante, pues la gente se involucra muchísimo para que intentemos dar “caza” a fugitivos, pedófilos, estafadores…

— ¿Cuántas menciones diarias tiene la cuenta?

Hay días que recibimos unas 1.500 menciones diarias y otras veces más, aunque no contestamos a todos, sino a aquello con lo que nuestra respuesta pueda aportar algo.

— Supongo que hasta la Policía puede meter la pata en Twitter… ¿qué hacéis en esos casos?

Depende. Si la metedura de pata es brutal, la borramos directamente y pedimos perdón. Si no ha sido tan grave, simplemente aclaramos el error. Todos somos humanos, ¿no?

— Hablemos de los peligros de Twitter… ¿a qué me expongo si no lo utilizo bien?

Twitter puede ser muy peligroso. Los principales riesgos son el desconocimiento, el exceso de confianza y la falta de respeto al prójimo. El desconocimiento, por ejempo, te hará más vulnerable a los timos, igual que el exceso de confianza. No serán pocas las empresas que intentarán colarte sus productos o timarte de alguna forma. Del mismo modo, el no respeto a los demás puede ser muy dañino en las redes sociales… son conocidísmos los delitos contra la intimidad y, cómo no, las amenazas a personajes conocidos.

— ¿Es muy común el acoso al famoso en Twitter?

Sí, y lo es por una razón muy sencilla. Hace un tiempo, cuando no había redes sociales, veías a un famoso y, si no te gustaba, simplemente le ponías a parir en tu casa, gritabas a la tele… Si eras muy pesado, como mucho llegabas a mandar un e-mail al programa quejándote o criticándole. Ahora no ocurre eso. Hoy, con las redes sociales, puedes acceder al famoso directamente y decirle de todo… y eso, claro está, tiene consecuencias.

Fuente: ABC

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