El desarrollo de la identidad digital en los niños
Los niños de hoy son auténticos nativos digitales y crecen inmersos en un mundo donde todo se mueve alrededor de Internet
Internet ofrece muchas ventajas para el desarrollo y el aprendizaje del niño, siempre que sea utilizado de forma correcta y con responsabilidad. La red tiene infinidad de posibilidades para encontrar información de interés, expresar opiniones, comunicarse, compartir conocimientos y por supuesto, pasar buenos ratos de ocio.
Los niños de hoy son auténticos nativos digitales y crecen inmersos en un mundo donde todo se mueve alrededor de Internet y las nuevas tecnologías. Según los últimos datos del INE, el 90,2% de la población de niños de 15 años ya tiene teléfono móvil. Por otro lado el uso del ordenador entre los niños de 10 a 15 años es prácticamente universal (95,2%) y el 91,8% utiliza Internet.
Hay que tener en cuenta que el uso de Internet y las redes sociales por parte de los más jóvenes hace que se habitúen a moverse dentro de unos medios que utilizarán más adelante como herramienta profesional en su trabajo e incluso como plataforma cívica. Los adolescentes entre 14 y 17 años se sitúan entre los usuarios con más experiencia en las redes sociales y, cuando se trata de participación cívica, de activismo o de opinar libremente, quieren que se les escuche. Por tanto, es bueno que desde pequeños aprendan a usar la red de forma correcta. No se trata de prohibir, sino de enseñarles a manejar toda esa tecnología de un modo responsable.
Acompañar al niño desde el principio en su aventura digital es esencial. Hay que hablar con él abiertamente de las bondades de Internet y de los posibles riesgos, enseñarle cómo debe comportarse y también cómo debe protegerse. En definitiva, ayudarle desarrollar su personalidad en el entorno 2.0 y a construir su identidad digital. La mejor forma de conseguirlo es que nosotros, los mayores, seamos los primeros en aprender y nos familiaricemos con la red y con sus herramientas de privacidad.
La clave de todo es la educación, una responsabilidad que empieza en casa, que continúa en la escuela, pero que no se debe quedar ahí. Convertir la red en un lugar seguro requiere un esfuerzo coordinado que implique a padres, profesores, empresas, instituciones…. Entre todos, necesitamos fomentar una «cultura de la seguridad y la responsabilidad en Internet». Las personas deben cuidar su privacidad y las compañías debemos ofrecer las herramientas adecuadas para que esa privacidad sea efectiva y para que los nuevos nativos digitales puedan construir su identidad digital sin riesgos, dentro de un entorno seguro.
Son muchos los esfuerzos conjuntos que ya se están realizando en este sentido. Un buen ejemplo es el Día de la Internet Segura, organizado por la Comisión Europea, que ha cumplido este año su décimo aniversario, o el Family Online Safety Institute (Instituto de la seguridad online en la familia), que en 2012 se asoció a compañías como Facebook, Microsoft y Google para desarrollar A Platform for Good (una plataforma para el bien), con el objetivo de educar a padres, adolescentes y profesores a la hora de utilizar Internet. También es destacable el trabajo de INSAFE, red europea de centros de sensibilización para promover entre los jóvenes el uso seguro y responsable de Internet y los dispositivos móviles.
Por otra parte, son muchas las universidades y centros educativos que ya tienen presencia en redes sociales y muchos los profesores que trabajan para integrar estas nuevas tecnologías en sus planes de estudio, creando por ejemplo grupos de trabajo con el objetivo de ampliar y mejorar la interacción entre alumnos y profesores, fomentando así la participación dentro y fuera del aula. Según el INE, actualmente los españoles que más participan en redes sociales son los estudiantes (94%,8) y los jóvenes de 16 a 24 años (94,5%).
La proliferación de las redes sociales ha creado una nueva cultura en la que los jóvenes tienen un papel totalmente participativo a la hora de crear y compartir contenidos. La forma en que conversan, aprenden y se comunican ha cambiado. Por eso, entre todos tenemos que trabajar para crear mejores herramientas de protección e invertir recursos en educación. El esfuerzo conjunto nos ayudará a conseguir que, desde pequeños, los niños aprendan a sacar el mejor partido a Internet y a protegerse en el mundo online de la misma forma que hacen en el mundo real.
Fuente: ABC
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